FUENTE Y FOTO: la vanguardia.com

Barcelona.- En una de esas demandas que solo pueden plantearse en Hollywood, un hombre llamado Victor Whitmill ha llevado a los estudios Warner Bros ante los tribunales. La razón, por extraña que pueda parecer, ha sido un tatuaje.

Whitmill es un artista que adquirió cierta fama tras tatuar el rostro del boxeador Mike Tyson, el día en que este decidió que a su cara le faltaba algo. El tribal estampado alrededor del ojo izquierdo del púgil se convirtió en su marca de fábrica, aparte de otorgarle un aspecto aún más amenazador. Tyson aparecía en una de las comedias más taquilleras de la historia, Resacón en Las Vegas. Seguramente por eso los guionistas de la muy esperada segunda entrega han decidido que uno de sus protagonistas luzca ese mismo tatuaje después de otra noche -se supone- algo difícil. Ese dibujo ha tenido la culpa de que Whitmill haya ido a los juzgados de Los Ángeles para esgrimir su copyright (el artista registró el diseño poco después de hacérselo a Tyson) y pedir al juez que pare inmediatamente la distribución de la película, que se espera sea uno de los grandes taquillazos de Warner este verano.

De momento poco más se sabe excepto que, según algunos rumores, el propio Mike Tyson habría firmado la petición de Whitmill, añadiéndole un poco de pimienta a un caso ya de por sí complejo. Primero, porque nadie sabe hasta qué punto una demanda así tiene posibilidades de prosperar. Segundo, porque ni siquiera los abogados se ponen de acuerdo en la vigencia de ese copyright y de cómo atacar el caso. Unos afirman que al tratarse de un uso paródico no hay mucho más que hablar, mientras que otros han empezado a acordarse del célebre caso de la estrella de la NBA Rashid Wallace: en 2005, el artista que había tatuado al jugador de baloncesto demandó a Nike, exigiéndole que dejara de enseñar el tatuaje del brazo derecho del jugador. Lo que parecía una broma acabó siendo un acuerdo confidencial que evitó que la multinacional tuviera que sentarse ante un juez federal.

De hecho, pocos dudan de que tatuador y estudio llegarán a un acuerdo amistoso y la comedia se estrenará sin más problemas. Cualquier otra solución sería jugar con fuego y, teniendo en cuenta que la primera entrega de Resacón en Las Vegas recaudó en todo el mundo más de 500 millones de dólares (350 millones de euros) con una inversión que no superó los 27 millones de euros, parece que no tardarán mucho en alcanzar el ansiado acuerdo. De momento, Resacón 2: ahora en Tailandia se estrenará en España el 24 de junio de 2011… si el tatuaje no lo impide.

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